El ángel de los sueños perdidos

EL ANGEL DE LOS SUEÑOS PERDIDOS

Nathalí Castillo

Mis días se han convertido en un constante correr de aquí para allá, y ni pensar en los tapones de la ciudad cuando debo salir en las mañanas.

Desde joven he sido una mujer multifacética, estar pendiente de todo y de todos es parte de mi naturaleza. Anoche quede dormida de cansancio, después una semana larga de muchos compromisos y estrés, enciendo el televisor y es él que termina mirándome. Un sueño profundo fue llevándome a descansar, poco a poco ya me encontraba en la danza de morfeo, poco a poco fui cayendo en un profundo sueño; de repente, sentí como si mi alma saliera de mí, y pude ver desde otra dimensión mi vida, un ángel se acercó y me dijo que tenía una misión que cumplir conmigo, yo sorprendida y asustada accedí a dejarme llevar, él me preguntó: ¿Qué has hecho con tu vida en los últimos años? Yo, la verdad, no sabía por donde comenzar; habían sido unos años muy difíciles donde mis hijos habían pagado precios muy caros, sobre todo, el precio del tiempo. Ya no podía compartir tanto como antes con ellos, y mi esposo se quejaba de que ya las cosas no eran iguales. Escogí refugiarme en el trabajo para evadir mi realidad, y mi realidad era que había terminado trabajando en algo que no me gustaba porque ganaba un buen sueldo que me permitía pagar unas deudas que se generaron por mal manejo financiero, con tantas presiones no me había dado cuenta, que me había convertido en una mujer apagada, mi luz y el carisma que me caracterizaba, parecía que se lo había tragado la tierra. Me entristecí y las lágrimas salieron de mis ojos, en un sueño, un ángel con tan solo una pregunta me despertó de una realidad que no había querido afrontar, no se, no tengo idea en qué momento me fui perdiendo, dejando de vivir, por sobrevivir. El ángel con una nueva pregunta me trajo nuevas respuestas, ¿Qué piensas hacer? De inmediato, pasaron por mi mente anhelos, deseos por cumplir que había pospuesto una y otra vez. En ese momento, el ángel me llevó a un viaje hacia el futuro para ver qué pasaría con mi vida y la de mi familia. Fue muy duro para mí, mis hijos repetían mis patrones, se olvidaron de sus anhelos por vivir el día a día y sus exigencias, mis nietos pagaban los mismos precios con el tiempo, y sobrevivir en vez de vivir era el pan diario de cada día. Por mi parte, yo me lamentaba en una mecedora ya sin fuerzas, por no haber hecho las cosas que siempre quise hacer. Lo que vi en el futuro fue una maravillosa oportunidad de reconocer que aún tenía tiempo de hacer que mi vida y la de mi familia fuera distinta, me había enfocado en proveer necesidades materiales olvidándome de despertar los sueños de mis hijos con los míos, evitando así, sueños perdidos.

El ángel comprendió que ya había cumplido su misión, me acompañó a mi habitación, y se despidió diciéndome: Cuando te permites vivir tus sueños, despiertas los de tus hijos, cuando los haces realidad, tu felicidad se multiplica en los corazones de quienes amas. Requiere de valentía, pero siempre valdrá la pena. Encuentra un balance para asumir la responsabilidad de ser mujer, madre y esposa, sin olvidar tus sueños y anhelos. Es el mejor ejemplo y legado que le puedes dejar a tu familia.

Con esto sentí que mi alma volvió a mí totalmente renovada, y al despertar en la mañana, las cosas jamás volvieron a ser iguales, pues había escogido comenzar a vivir la vida que siempre había querido, dando lo mejor de mi a mi mayor tesoro, mi familia.